LIMA 2177 – Código 001
NO DESCUBRAS EL PAÍS DE NUNCA JAMÁS
¿Cuál es el sentido de la vida?, la verdad esa pregunta ha sido formulada tantas veces que ya harta el oírla mencionar por quien fuera.
Colla sonrió ante el comentario que acababa de escuchar pues no era muy proclive a la prosa filosófica, lo único que le importaba era sobrevivir, tanto ella como su familia, pero los tiempos siguen siendo duros, no recuerdo cuando fueron blandos con las personas, ni con nadie, sin embargo aun sobrevivimos.
Estaba apresurada ese día, corría a más no poder cuando de pronto tropezó con una gran multitud que se congregaba alrededor de una Holo – Propaganda, parecía que se trataba de una nueva sucursal de MACKENNYS, la franquicia que dominaba el mercado de la comida rápida, hay tantos por estos días que resulta extraño que la aparición de uno nuevo sea considerado como novedad. Colla quedó deslumbrada por la publicidad, por las imágenes realistas y los paisajes naturales que usaban como cebo para atraer clientela, muchos parecían haberse decidido a dirigirse al nuevo local cuando de pronto todo ese paraíso publicitario quedo destruido pues las imágenes fueron borradas y en su lugar apareció un yermo obscuro, sin gracia, repleto de seres mitad humanos y mitad animales, con grandes garras y dientes, ojos rojos, músculos poderosos los cuales doblegaban a una gran bestia la cual en vida era prácticamente mutilada, quedando su sangre y sus pedazos esparcidos por doquier; El hambre y regocijo causado por la publicidad, con estas nuevas imágenes se había convertido en repulsión y asco, muchas personas adornaron la vereda con sendos vómitos, Colla no fue la excepción, pero luego una imagen sucedió a la “masacre”, una cara de payaso, una cara pintada con una gran nariz roja, se trataba del símbolo de los KLAUN, un grupo de “amargados” que lo único que buscaban era la anarquía y el causar molestias a la tranquilidad ciudadana, los KLAUN ya habían sido victimas de un poderoso reportaje por parte de uno de los programas periodísticos más sintonizados del sector “Televisión Al Servicio de la Ciudadanía” de la red Satelital de TV, creo que fueron 50 minutos de informes en los que estos pandilleros y locos eran catalogados como potenciales terroristas. La cosa en ese momento se convirtió en pesadilla cuando del cielo apareció una maquina que asemejaba una mezcla de escorpión con compactador de basura del principios del siglo XXI, la maquina había detectado algo, se precipitó a un edificio vecino y lo redujo a polvo, era una antigua construcción que según los rumores ya había sido marcada para su demolición, no importaba que la alcaldía se opusiera a ello, total el alcalde era un empleado de la “filial” que administraba este sector de la ciudad.
Luego de destruido el edificio la maquina se dirigió hacia las personas que aun quedaban por el lugar, y provista de poderosos brazos metálicos, comenzó a capturar a cuanto ser humano hallara en su delante, era una especie de batida en la cual cayeron alrededor de 20 personas, Colla era una de ellas, de nada le valieron sus gritos que pedían libertad ya que tenia que ir y encontrarse con su familia, tenia que trabajar, tenia que sobrevivir.
La sombra y el silencio dominan un extraño cuarto, Colla estaba sola, sentada en una silla reclinable, sujetadas sus extremidades por dispositivos de seguridad, sobre ella había un scanner cuya luz lectora estaba apagada, Colla observaba aquel aparato, le temía, creía saber lo que estaba a punto de pasarle o al menos lo intuía, pero todo esfuerzo era en vano, además ya era tarde, la luz del scanner se encendió; en un cuarto aparte dos personas monitoreaban imágenes del cerebro, veían las variaciones y distorsiones, el funcionamiento de aquel órgano, detectaban las inconstancias y las grababan, luego se activó otra aplicación, una especie de decodificador que lentamente comenzó a dibujar algo que se visualizó en un monitor, era lo que estaban esperando, poco a poco un conjunto de imágenes se hicieron presentes revelando el contenido de lo visto por Colla, no había duda, estaba “contaminada” con propaganda subversiva por tanto había que eliminar aquello, algo que fue realizado por medio de un conjunto de comandos los cuales activaron otra aplicación del aparato, la luz del scanner se convirtió en una especie de erradicador que alteró el contenido cerebral. Terminada la operación los sujetos encargados se tomaron la libertad de monitorear otras imágenes a fin de detectar algún pensamiento impropio o sospechoso en la mente de Colla, pero no encontraron nada, uno de ellos a manera de juego transcribió a la mente de Colla una orden acerca de su trabajo, el cual debía realizarlo acompañándolo con una ridícula canción, el otro sujeto también deseaba entretenerse así que borró unos cuantos recuerdos, la diversión fue interrumpida de pronto por el supervisor, molesto por la perdida de tiempo ya que habían muchos que debían pasar por el tratamiento, el hombre comentaba que muchos funcionarios de la “filial” estaban furiosos porque los supuestos “terroristas” no habían sido eliminados en el ataque al edificio.
Colla sentía un gran dolor de cabeza a medida que caminaba por la avenida, recordaba su clase de historia, el nombre que esta tuvo era Av. La Marina, pero esa denominación había sido dejada a un lado desde hace aproximadamente un siglo, la mujer siguió su camino, pensando en su trabajo y al hacer esto no podía evitar entonar una canción de la cual no recordaba donde la había aprendido, su caminar seguía, disimulaba un poco el miedo por la experiencia con las maquinas, ¿Qué fue lo que ocurrió?, sus recuerdos aparecían distorsionados, ¿Qué fue lo que paso?, se interrogaba a sí misma pero nada, aunque se esforzaba, algo en ella parecía decirle que era mejor no tener memoria de aquello, por su bien era lo mejor.
(Continuará..)
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